El gráfico muestra la evolución del precio internacional del oro por onza en dólares estadounidenses desde 2010 hasta febrero de 2025, reflejando el impacto de distintos eventos económicos, financieros y geopolíticos. Entre 2010 y 2012, el precio del oro experimentó un aumento significativo debido a la crisis financiera de 2008-2009, alcanzando su punto máximo en 2012 con 1650,50 USD. Esto se debió a la búsqueda de activos refugio por parte de los inversionistas, las bajas tasas de interés y los estímulos de los bancos centrales. Sin embargo, a partir de 2013, el oro sufrió una caída pronunciada, llegando a su nivel más bajo en 2015, como resultado de la recuperación económica global, el fortalecimiento del dólar y el aumento de tasas de interés en EE.UU. Entre 2016 y 2018, el precio del oro se mantuvo relativamente estable con ligeras fluctuaciones.

En 2019, comenzó un nuevo repunte que se acentuó en 2020 con la pandemia de COVID-19, alcanzando los 1880 USD. Durante este período, las políticas de estímulo fiscal, las tasas de interés bajas y el aumento de la inflación llevaron a los inversionistas a refugiarse en el oro. Luego, entre 2022 y 2023, el precio mostró estabilidad con una ligera tendencia al alza, debido a las políticas de los bancos centrales para controlar la inflación y la expectativa de crecimiento económico. Sin embargo, en 2024 y 2025, el oro ha experimentado un aumento drástico, alcanzando los 2938,05 USD en febrero de 2025, posiblemente impulsado por tensiones geopolíticas, incertidumbre económica y una inflación persistente.

La demanda del oro sigue respondiendo a los temores de recesión, conflictos internacionales y desconfianza en el sistema financiero, lo que lo mantiene como un activo refugio clave en tiempos de inestabilidad.